sábado, 8 de mayo de 2010

Fin de semana grande en Rociana con la Cruz de Arriba


La Cruz de Arriba volvió a demostrar que engrandece la fiesta de la Cruz de Mayo en Rociana.

En este 2010 han sido muchos los motivos de satisfacción para los peroleros, desde el traslado, a la función de iglesia, pasando por la diana y “cabezás”, los devotos al Santo Madero de Arriba se estremecieron en cada acto celebrado durante el pasado fin de semana.
L
a Cruz lucía en su paso el sábado 1 de mayo, sobre las 10 de la noche se inció el extenso recorrido que tradicionalmente se desarrolla para llevarla hacia el templo parroquial de San Bartolomé. En su caminar hizo una breve parada en la calle El Pastral, dónde se encuentra nuestra casa hermandad y dónde el presidente don Diego Pichardo Rivero, dio el privilegio de descubrir el mural cerámico artístico con la inscripción de “Casa Hermandad de la Santa Cruz de Arriba”, al hermano con más edad en activo, don Manuel Picón. Momentos emotivos se vivieron al son de la marcha “Campanilleros”.
Tras dos horas y media de recorrido, el Madero ocupó su lugar en la parroquia, a la espera de la celebración el día después de la función de iglesia.
La Diana convocó un año más a miles de personas, que acompañaron a la Agrupación Musical “Cristo de la Buena Muerte” de Ayamonte, en las paradas que se realiza a cada una de las romeras y hermanos mayores. Más de cuatro horas de recorrido y efusivas estampas en una de las celebraciones con más adictos de la localidad.

La función de Iglesia dio paso a la gran salida procesional, por el conjunto histórico de la villa, de la Santa Cruz de Arriba, buen tiempo y gran cantidad de devotos y devotas acompañaron durante todo el recorrido.
La noche cerraba el fin de semana con la salida de la parroquia del Madero y posterior visita a la Ermita de Nuestra Señora del Socorro, con el acompañamiento musical de la Agrupación “Cristo del Amor” de Huelva. Las míticas “Cabezás” mostraron el esplendor de esta tradición a pesar de que dos de las cruces hayan desistido a participar en este colofón crucero.
La vuelta a la carretera, un año más, fue irrepetible y lleno de connotaciones. Las peroleras protagonizaron nuevamente la entrada de la Cruz, iluminada por los arcos artísticos que sólo se pueden ver en nuestra avenida.

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